Reputamos como evidentes estas verdades:
que todos los hombres fueron creados iguales;
que su Creador los ha dotado de ciertos derechos
inalienables y que entre éstos se encuentran
los de la vida, la libertad y la prosecución de la felicidad.
Que para mantener estos derechos
se constituyen entre los hombres los gobiernos,
los cuales derivan sus justos poderes
del consentimiento de los gobernados.
Thomas Jefferson